Castilla La Mancha, el futuro de la energía fotovoltaica en España

Con una estimación de 300 días de sol al año, o lo que es lo mismo, 2.500 horas anuales, España sigue siendo uno de los países más soleados de Europa. Más allá de que esto sea un importante atractivo turístico, el país se ha convertido en una pieza fundamental para el desarrollo de la energía fotovoltaica en el continente, impulsando así un futuro con proyectos energéticos sostenibles, como el nuestro en Méntrida.
Ya en el año 2020, el 20% de la energía de España provenía de las renovables, siendo el viento la principal fuente (49%), seguido de la energía hidroeléctrica (25%) y la solar (19,5%). De hecho, esta última es quizás una de las más punteras, debido al incremento potencial que ha experimentado durante los últimos años en España, especialmente en la comunidad de Castilla La-Mancha. Según datos de Red Eléctrica, solo en 2021 se produjo un crecimiento del 36,7% en España.
Según el Anuario Fotovoltaico 2021 de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier.), en 2020 la potencia total instalada de esta renovable se situó en torno a los 11,75 GW y, a lo largo de este 2022, se instalaron 126,8 GW, lo que supone un 12% más respecto a 2019.

La comunidad que más apuesta por la energía solar

En este año, Castilla-La Mancha ha logrado convertirse en la Comunidad Autónoma con más energía solar fotovoltaica instalada: 373 megavatios (MW), el equivalente a toda la energía eléctrica que consume de media al año una ciudad de entre 40.000 y 50.000 habitantes, según confirmó recientemente el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero.
Además, la ejecución de los fondos europeos Next Generation han brindado una oportunidad para no solo continuar con la estrategia de transición energética planteada por la comunidad, sino también para potenciar el desarrollo rural, la creación de empleo y la lucha contra la despoblación. En 2021, los proyectos de energías renovables activaron 500 millones de euros, permitiendo que se creasen en torno a 2.500 puestos de trabajo.
El pasado junio el Gobierno regional aprobó su Plan Estratégico para el Desarrollo Energético, entre cuyos objetivos se incluyen acciones para la transformación energética de la región con miras a las metas planteadas para 2030, además de lograr la soberanía energética de la comunidad, en la línea de las medidas tomadas por el Gobierno de España.
Ya en 2020, el crecimiento de la actividad relacionada con la energía fotovoltaica llevó al Gobierno de Castilla-La Mancha a crear un equipo encargado de agilizar la tramitación de expedientes y acompañar a las empresas del sector, al que el Ejecutivo destina un total de 2,6 millones de euros.
A ello se suma la Oficina de Asesoramiento Energético, puesta en marcha en marzo de este año, con el propósito de informar a los agentes sociales de las diferentes actuaciones, programas y líneas de ayuda puestas en marcha desde la Comunidad Autónoma.